Estamos ante una novela realista pero que en su interior guarda un fantástico secreto. Nos encontramos en Nueva York en los años 70 del pasado siglo, cuando van a comenzar el Sexto Grado, Miranda y su mejor amigo, Sal, saben cómo moverse por su barrio. Saben a qué lugares es seguro ir, como por ejemplo la tienda de comestibles cercana a su casa, y saben a quién evitar, como el extraño hombre de la esquina. Pero las cosas empiezan a enmarañarse.
Miranda recibe unas misteriosas notas, y poco a poco se dará cuenta que quién sea que las deja lo sabe todo sobre ella, incluso cosas que aún no le han pasado. Cada nota le hace afirmarse en la creencia de que sólo ella puede prevenir la muerte trágica de alguien. Hasta que llegue el mensaje final que le hará pensar que ya es demasiado tarde para actuar.
Capítulos breves y muy entretenidos, hacen que una vez comenzada su lectura, sea difícil dejarla, es muy entretenida.
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