Abrí los ojos y allí estaba, oculto entre las sombras
silenciosas, esperando mi regreso, yo no quería, pero él me arrastró hasta un
mundo diferente, un mundo de silencio, oscuridad y monotonía absoluta.
Yo le dije: - ¿A dónde me llevas?
Y él siempre frío me respondió: - A un sueño eterno del que
no escaparás jamás.
Juan Brun 2º de ESO A
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